La etiqueta es uno de los medios de control de la seguridad de los alimentos. La normativa en relación al etiquetado de alimentos establece que:

- Debe ser legible, comprensible, ideleble y fácilmente visible.

- Debe decir la verdad y no inducir a error al consumidor, no resultar confusa especialmente sobre las características del producto alimenticio y, en particular, sobre su naturaleza, identidad, cualidades, composición, cantidad, duración, origen o procedencia y modo de fabricación o de obtención

La normativa sobre etiquetado prohíbe que este.

- Atribuya al producto efectos o propiedades que no posea.

- Sugiera que el producto alimenticio posee características particulares, cuando todos los productos similares posean estas mismas características.

- Atribuya  al producto propiedades preventivas, terapéuticas o curativas de una enfermedad humana que no posea (exceptuando las aguas minerales y los productos destinados a una alimentación especial, como es el caso de los alimentos sin gluten para celíacos).

Estas prohibiciones se aplicarán igualmente a la presentación de los productos alimenticios (en especial a la forma o al aspecto que se dé a éstos o a su envase, al material usado para éste y a la forma en que estén dispuestos, así como al entorno en que estén expuestos) y a la publicidad.